sábado, 28 de abril de 2012




AMANECER




Desde casi el centro de mi cuarto,
observo tras la ventana
y guardo para mis ojos
ese momento de cristal,casi accidental,
en que se quiebra el horizonte , se esparce,
en lágrimas violetas,gotas doradas.
Es ahí donde creo
que la eternidad es una farsa,
la moralidad , una verdad a medias.
Donde la memoria no me obsesiona
y solo disfruto de este presente.
Donde tomo una vaga idea
de cierto emocional equilibrio,
como un no vidente,ante la luz,
que solo presiente.
Es el justo instante
en que imagino tus ojos
de mujer dulce,necesaria.
Donde encuentro esa
imprescindible porción de libertad
en mis palabras,
extirpo dudas,elaboro sueños,
la avaricia retrocede.
Es ahí donde tiembla la pluma,
en busca del control,
hay un verso que se niega,
busco la chispa que mitigue la impaciencia
y encienda este o algún otro poema.


Alberto Federico Córdoba Basualdo

copyrigth 2006

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