sábado, 15 de enero de 2011

VOLVER A COMENZAR




Acurrucado en un rincón del sofá, frente al inmenso ventanal del nido, donde tantas veces vuelvo y lamo las heridas de los días, disfruto el milagroso desafío que la naturaleza  me impone , este comienzo de parto tan frío como el del invierno. 

Los pájaros han dejado de recolectar su comida,volando de aquí para allá,según mi hermana,luego la calma, síntoma inequívoco de que comenzara una manifestación gélida,blanca,pero bella.  Esta navidad al espíritu navideño le faltó eso blanco que la hace aún mas navidad en esta parte del mundo.

Convinimos con Víctor, que pasamos una hermosa nochebuena, que no tenía muchas expectativas al principio, debo decir que desde hace diez años a esta parte,para mi, jamas fueron completas,
el abrazo necesario con mis hijos solo vive en los pensamientos y en los buenos recuerdos, pero a veces no alcanza, la distancia martiriza los afectos.

Mirando el almanaque adivino 1 del 1 del 11, se me ocurre imaginar que todo sera así, que serán irrepetibles algunos momentos este año, pero yo deseo eso para los que me rodean, para los que quiero y amo, no para mi, hay cierto ascetismo, cierta desconfianza en el corazón, que han alisado las esperanzas.

No obstante este estado, de soledad acompañada, me hace bien, me hace meditar, tal vez retome el deseo de escribir, de hurgar en los bolsillos y descubrir las palabras necesarias que me reaviven los deseos, las ansias y la sombra vagabunda de mi bohemia.


Alberto Federico Cordoba Basualdo