viernes, 19 de julio de 2013

LA SILLA





El se sento, pensando,
sin darse cuenta siquiera.
En la ventana,
se deslizaba el sol,buscando
descansar en el ocaso,
como el.
Estiro sus piernas,
sintio el alivio,
desparramo su espalda
y apoyo su cabeza
en el olvido,mientras
el pasado colgaba en las paredes
Aflojo sus brazos
ante el fracaso y
le cerro los ojos
a la desidia.
Amontono juiciosamente
sus huesos,
ferozmente descarnados,
desdichados y
penso en el mejor de los recuerdos.
Se pregunto,
Que es esta absorta comodidad?
Que es este espiritual fraude?
Y un crujiente quejido recibio como respuesta.
Mientras tanto ella,solidaria,
hecha de aquel arbol que nacio y murio,
lo contiene,lo abraza,
silenciosamente segura,
no sin antes,devolverlo a la vida.



Alberto Federico Cordoba Basualdo
copyrigth 2010























Espacio




Dejenme ser el loco,
dejenme aqui,
en la estrechez de mi soledad
y en el espacio de mi memoria,
donde indefectiblemente
resbala cada paso de tristeza,
que el viento hojee mi frente
y frague las ausencias.
Dejenme edificar,
con los restos de mi propio cielo
y las arenas de mi desierto,
con mi nostalgia siempre fiel,
sin la ira,
que consume el alma.
Dejenme ,
con los pocos que no traicionamos,
con los que estamos,
siempre del mismo lado.
Sin perder la pasion,
sin la envidia,
con la que algunos
disfrazan la piedad,
sin los viciosos de cierta falsa lucidez.
Dejenme ser el loco,
que cree que a cierta edad,
hay mucho por morir,
pero mucho demasiado por vivir,
indefectiblemente.
Dejenme aqui,
aunque no hayan tenido ni tiempo,
ni ganas,
de un abrazo feroz y mutuo.
Aqui,
en mi inexpugnable barricada.
Con mi unico
e invaluable argumento,
de poder mirar a los ojos.
Con calma
y sin claudicaciones.



Alberto Federico Cordoba Basualdo
copyrigth 2011



copyright 2011